martes, 19 de febrero de 2013

Don (de) Volver


Ahora no hay nada que nos salve,
ni siquiera este par de manos que nos alimentan en la boca,
como incapaces que somos.
Ahora te vienes a dar cuenta de mis debilidades,
ahora te enteras que no era tan mala,
como contaba en mis poemas.
Que el sexo que exponía de la boca para afuera,
sólo era el amor que sangraba
de tus ojos, hacia adentro.
Ahora ya no quedan rincones por bautizar,
ni caricias por despedir,
sólo humo y algunas palabras
que el policía que acechaba fuera del banco
nos quitó por cansancio.
Ya no te hagas ilusiones con eso de cambiar el mundo,
de contar la historia de dos personas
un colchón sin funda
y el amor,
porque ya ves,
no funciona.
Y lastima
(mucho)
Ahora es una palabra de esas que te gustan tanto,
como tulipán
extremidad
y las moras.
Ahora estoy tan cansada que no puedo discutir,
que no quiero escucharte repetir el discurso una vez más.
En tu habitación escuché el sonido
de algo así como un avión,
estrellándose contra otro.
Aunque creo que éramos nosotros,
jugando
a cambiarnos la vida,
pisándonos los pies en cualquier calle que se pareciera
a un adentro donde volver,
y dormir.
Ahora ya no hay pactos que cumplir,
se nos acabó el tiempo de prueba,
y adivina qué?
Ninguna línea de ésta historia,
fue real.
Sólo quería decirte,
que yo también a veces pienso
que fuimos fantásticos y eternos.
Sólo quería decirte,
que aun ahora,
después de tanto grito agudo
todavía,
a veces,
lo pienso.